La propuesta de ensayar una residencia para artistas de Debajo del Sombrero en Medialab Prado, es una experiencia si no inédita, apenas explorada, por lo insólito de poner en común dos fenómenos tan sugerentes y alejados entre sí como los lenguajes enigmáticos del arte “bruto” o “outsider”, y el horizonte abierto y especulativo de las nuevas tecnologías.
Caracteriza a estos lenguajes la entrega completamente desnuda de su verdad incondicional e incondicionada; despreocupada o ignorante de la cautela de que se arma habitualmente el artista para justificar su obra.
Una desnudez que no se manifiesta a las claras, que deja un poso de oscuridad. Porque aquí, el misterio, es lo irreductible de aparecer la verdad sola, intacta; sin nada que defender ni de lo que defenderse.
El título Luz oscura no pretende significar negativamente lo inverso de la luz, como se encuentra en el negativo de una fotografía; tampoco lo que quedó a oscuras en su ausencia, sino lo que aun puesto a la luz, no cede su oscuridad original.
El primer artista residente en el marco de esta convocatoria fue Andrés Fernández, que trabajó en Medialab Prado durante el segundo trimestre de 2019. El último trimestre del año la artista residente fue Belén Sánchez.
Residencia I. Andrés Fernández
Estación Cundinamarca, maqueta y dibujos, Andrés Fernández